diumenge, 11 de novembre del 2007

Dear Architects, I'm Sick of This Shit

Us presento una carta que va escriure una tal Annie Choi que va ser publicada a una revista d'arquitectura de Princeton : Pidgin.
La veritat és que el texte és molt bo, i tot i ser recomanable per a tothom, va especialment dirigit a tots els arquitectes, ja siguem estudiants o profesionals.

El text és en anglès, però he trobat una traducció al castellà per a aquells/es als qui se us atrapi una mica l'idioma.


Once, a long time ago in the days of yore, I had a friend who was studying architecture to become, presumably, an architect.
This friend introduced me to other friends, who were also studying architecture. Then these friends had other friends who were architects - real architects doing real architecture like designing luxury condos that look a lot like glass dildos. And these real architects knew other real architects and now the only people I know are architects. And they all design glass dildos that I will never work or live in and serve only to obstruct my view of New Jersey.

Do not get me wrong, architects. I like you as a person. I think you are nice, smell good most of the time, and I like your glasses. You have crazy hair, and if you are lucky, most of it is on your head. But I do not care about architecture. It is true. This is what I do care about:

* burritos
* hedgehogs
* coffee

As you can see, architecture is not on the list. I believe that architecture falls somewhere between toenail fungus and invasive colonoscopy in the list of things that interest me.

Perhaps if you didn’t talk about it so much, I would be more interested. When you point to a glass cylinder and say proudly, hey my office designed that, I giggle and say it looks like a bong. You turn your head in disgust and shame. You think, obviously she does not understand. What does she know? She is just a writer. She is no architect. She respects vowels, not glass cocks. And then you say now I am designing a lifestyle center, and I ask what is that, and you say it is a place that offers goods and services and retail opportunities and I say you mean like a mall and you say no. It is a lifestyle center. I say it sounds like a mall. I am from the Valley, bitch. I know malls.

Architects, I will not lie, you confuse me. You work sixty, eighty hours a week and yet you are always poor. Why aren’t you buying me a drink? Where is your bounty of riches? Maybe you spent it on merlot. Maybe you spent it on hookers and blow. I cannot be sure. It is a mystery. I will leave that to the scientists to figure out.

Architects love to discuss how much sleep they have gotten. One will say how he was at the studio until five in the morning, only to return again two hours later. Then another will say, oh that is nothing. I haven’t slept in a week. And then another will say, guess what, I have never slept ever. My dear architects, the measure of how hard you’ve worked and how much you’ve accomplished is not related to the number of hours you have not slept. Have you heard of Rem Koolhaas? He is a famous architect. I know this because you tell me he is a famous architect. I hear that Rem Koolhaas is always sleeping. He is, I presume, sleeping right now. And I hear he gets shit done. And I also hear that in a stunning move, he is making a building that looks not like a glass cock, but like a concrete vagina. When you sleep more, you get vagina. You can all take a lesson from Rem Koolhaas.

Life is hard for me, please understand. Architects are an important part of my existence. They call me at eleven at night and say they just got off work, am I hungry? Listen, it is practically midnight. I ate hours ago. So long ago that, in fact, I am hungry again. So yes, I will go. Then I will go and there will be other architects talking about AutoCAD shortcuts and something about electric panels and can you believe that is all I did today, what a drag. I look around the table at the poor, tired, and hungry, and think to myself, I have but only one bullet left in the gun. Who will I choose?

I have a friend who is a doctor. He gives me drugs. I enjoy them. I have a friend who is a lawyer. He helped me sue my landlord. My architect friends have given me nothing. No drugs, no medical advice, and they don’t know how to spell subpoena. One architect friend figured out that my apartment was one hundred and eighty seven square feet. That was nice. Thanks for that.

I suppose one could ask what someone like me brings to architects like yourselves. I bring cheer. I yell at architects when they start talking about architecture. I force them to discuss far more interesting topics, like turkey eggs. Why do we eat chicken eggs, but not turkey eggs? They are bigger. And people really like turkey. See? I am not afraid to ask the tough questions.

So, dear architects, I will stick around, for only a little while. I hope that one day some of you will become doctors and lawyers or will figure out my taxes. And we will laugh at the days when you spent the entire evening talking about some European you’ve never met who designed a building you will never see because you are too busy working on something that will never get built. But even if that day doesn’t arrive, give me a call anyway, I am free.

Yours truly,
Annie Choi”





En Catellà:

Hace tiempo, mucho tiempo en una época remota, tuve un amigo que estudiaba arquitectura para llegar a ser, se supone, arquitecto.
Mi amigo me presentó otros amigos, que también estudiaban arquitectura. Esos amigos tenían otros amigos que eran arquitectos de verdad, como los arquitectos que hacen arquitectura de verdad y que diseñan edificios de lujo que parecen consoladores de cristal. Y estos arquitectos de verdad conocían a otros arquitectos de verdad y ahora todos mis amigos son arquitectos. Y todos diseñan consoladores de cristal en los que nunca viviré ni trabajaré y que solo sirven para que me tapen las vistas de Barcelona.
No me toméis a mal, arquitectos. Me caéis bien como personas. Creo que sois buenos, oléis bien (la mayoría de las veces) y me gustan vuestras gafas. Tenéis unos pelos de locos que, si tenéis suerte, siguen en la cabeza en su mayoría. Pero no me interesa la arquitectura. Es verdad. Esto es lo que me interesa:
*burritos
*erizos
*café
Como podéis comprobar, la arquitectura no está en la lista. Supongo que en la lista de cosas que me interesan se encontraría en algún punto entre los hongos de los pies y la colonoscopia invasiva.
Tal vez, si no hablaseis tanto de ella, me interesaría más. Cuando señaláis a un cilindro de vidrio y decís orgullosos: ¡eh! mi estudio diseñó eso, yo suelto una risita y digo que parece una cachimba. Me giráis la cara, enfadados y avergonzados, pensando: claro, no lo entiende. ¿Qué va a entender? Sólo es una escritora. No es arquitecta. Respeta a las vocales, no a las pollas de cristal. Y entonces añadís: estoy proyectando un centro de ocio, y yo pregunto qué es eso, y vosotros contestáis que es un sitio dónde se ofrecen bienes y servicios y se venden cosas. Entonces yo añado: ¡ah! Quieres decir un centro comercial. Y decís que no, que es un centro de ocio. Y yo insisto en que parece un centro comercial. Vivo al lado de Diagonal Mar, coño, sé que lo que es un centro comercial.
Arquitectos, nos os voy a mentir, me tenéis confundida. Trabajáis sesenta u ochenta horas a la semana y seguís siendo pobres. ¿Por qué no me invitáis a una copa? ¿Dónde están los ricos? Tal vez os lo gastáis en vino. O quizás en putas y mamadas. No estoy segura. Es un misterio. Dejaré que los científicos los investiguen.
A los arquitectos les encanta discutir cuántas horas duermen. Uno dice que ha estado en el estudio hasta las cinco de la mañana y volvió dos horas más tarde. Entonces otro dice: eso no es nada. No he dormido en toda la semana. Y otro añade: ¿sabes qué? Yo nunca he dormido. Queridos arquitectos, todo vuestro trabajo y todo lo que habéis conseguido no está relacionado en absoluto con las horas que no habéis dormido. ¿Os suena Rem Koolhaas? Es un arquitecto muy famoso. Lo sé porqué me lo habéis dicho. He oído que Rem Koolhaas está siempre durmiendo. Seguramente, ahora mismo está durmiendo. Y tengo entendido que realiza sus obras, tíos. Y también me han contado que hace cosas alucinantes, está haciendo un edificio que no se parece a una polla de vidrio, sino a una vagina de hormigón. Si duermes más, tienes una vagina. Ya podéis aprender de Rem Koolhaas.
Entendedme, la vida es dura conmigo. Los arquitectos forman una parte importante de mi vida. Me llaman a las once de la noche y me dicen: ¡ey! Acabo de salir de currar, ¿has cenado? Tío, son casi las doce, ya hace horas que cené. De hecho, hace tanto que cené, que vuelvo a tener hambre. Vale, iré. Entonces voy, y hay otros arquitectos que hablan de atajos de AutoCAD y algo relacionado con placas eléctricas y dicen que no hicieron nada más en todo el día, vaya mierda. Y miro a la mesa, a los pobres, cansados y hambrientos arquitectos y pienso que solo tengo una bala en la pistola. ¿A quién elijo?
Tengo un amigo que es médico y me da drogas. Y yo me lo paso bien. Tengo otro amigo que es abogado y me ayudó a denunciar a mi casero. Mis amigos arquitectos no me dan nada. No hay drogas, no hay tratamientos médicos y no saben citar a nadie al juzgado. Un amigo mío arquitecto calculó que mi apartamento mide 17 m2. Eso estuvo bien, gracias.
Supongo que me podríais preguntar qué me hace ir con arquitectos como vosotros. Les doy alegría. Les grito cuando empiezan a hablar de arquitectura. Les obligo a hablar de temas mucho más interesantes, como los huevos de pavo. ¿Por qué comemos huevos de gallina, pero no huevos de pavo? Son más grandes. Y a la gente les gusta el pavo. ¿Veis? No tengo miedo a los temas comprometidos.
Así que, queridos arquitectos, me quedaré con vosotros, pero solo un poco más de tiempo. Y espero que un día lleguéis a ser doctores o abogados o que calculéis mis impuestos. Y nos reiremos de aquellos tiempos en los que os pasabais toda la noche hablando de un europeo que nunca conoceréis, que ha diseñando un edificio que nunca veréis porque estáis demasiado ocupados proyectando algo que nunca se construirá. Pero aunque ese día no llegue, llamadme, estoy libre.
Un saludo cordial,
Annie Choi






Segueix una mica la línia d'aquest grup del facebook: "I don't need sex, the school of architectura fucks me all the time" al que, òbviament, ja m'hi he afegit.xD


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Now playing: LifehouseSick Cycle Carousel

3 comentaris:

annabimbana ha dit...

jajajaja, estic bastant d'acord amb aquesta noia, especialment en que competiu per veure qui ha dormit menys... el problema es que a mi m'agrada l'arquitectura, i que es parli d'arquitectura. per cert, per que no mengem turkey eggs? es una bona pregunta...

Mars' ha dit...

et deixo els turkey eggs per tu...aixo jo em quedo amb els de les gallines de Vallvidrera!!!xD

competim per veure qui ha dormit menys¿?¿?....maybe baby, pero molaria que no fos aixi :(

Kika ha dit...

...ok aqui el tens...
no m'he llegit tota la parrafada perque em fa olt pal..pero be u dia que em ralli molt ja ho fare!...que vagi molt be amor!!
temmmmmm!
ja mexplicaras com va el tema USA..

...Ingrid...